El Consejo General de Economistas ya informó con anterioridad al año 2023 alertando del incremento potencial de concursos de acreedores previstos, esperando a que se alcanzaran los 10.000 procedimientos superando el nivel alcanzado en el año 2013, cuando atravesamos una de las mayores crisis de deuda en nuestro país.

Desde la pandemia por el coronavirus se han ido incrementando las quiebras en las empresas, con un impulso del 52% en 2021, que el fin de la moratoria concursal se ha encargado de aumentar hasta en un 30%.

A ello se le han sumado los problemas generados por la alta inflación, que ha detenido el consumo y la actividad, y el alza de tipos, que hace más cara la financiación, se obtiene un escenario muy complicado para las empresas.

Por todo ello, es probable que aumenten las insolvencias empresariales para 2023 es más que probable.  

Por todo ello, es vital contar con un equipo de asesores preparado para afrontar las crisis empresariales de sus clientes y que tenga experiencia en el fomento de acuerdos de reestructuración empresarial, negociaciones con acreedores, financiadores y entidades públicas, así como en la preparación de demandas de concursos de acreedores.

Todo ello en aras de conservar la responsabilidad del patrimonio empresarial así como de salvaguardar la continuidad de su actividad”.